“Vivir de lo que me gusta” como bloqueo
Mi vida se volvió una angustiante búsqueda de momentos y experiencias “monetizables” y fue insoportable.
Hello, again! Espero que te encuentres bien.
Hace unos días me topé con este note…
…justo cuando acababa de dejar “en remojo” la que se suponía fuera la entrega de hoy.
Había pasado horas escribiéndola. Horas porque mi mente inquieta me interrumpía a cada minuto recordándome cosas que tenía pendiente, artículos del carrito de Amazon que no necesito, las semanas que han pasado desde la última vez que vi a mi mamá, las uvas verdes que están en la nevera, la oferta de trabajo que no acabo de recibir.
Lo que se suponía fueran 800 palabras ya iba por 1,500. Y aunque no quiero restringirme con un word count, tampoco quiero publicar monografías ni tesis. Estaba dispuesta a darlo por perdido y retomar mis intenciones en algunos días cuando ganara algo de claridad.
Pero di con ese note y arranqué a escribir desde cero.
Desde hace un tiempo, la idea de “vivir de mis pasiones” se ha unido a mi lista de bloqueos. No voy a negarte que lo he considerado, no solo ahora que estoy desempleada, si no desde hace algunos años. La posibilidad de generar un ingreso haciendo aquello que me gusta y en mis propios términos, se ha convertido en algo que no puedo sacarme de la cabeza.
No debería extrañarme que esto me ocurra si desde hace unos años las RRSS nos invitan a vivir de nuestras pasiones, a monetizar nuestros pasatiempos, nuestra vulnerabilidad y hasta la intimidad de nuestro día a día… Nos muestran, a través de la experiencia de quienes lo hacen, lo “maravillosa” que podría ser la vida si nos animáramos a considerar esta nueva “economía de los creadores” como forma de sustento.
Sin embargo, luego de considerar la posibilidad, explorar ideas, investigar y planificar (a.k.a. procrastinar) me di cuenta que en estos momentos eso no es para mí, y me he obligado a hacer paz con eso. Aún teniendo el potencial, las ideas, las herramientas y el tiempo, me lo impide una barrera enorme de creencias limitantes y de problemas de salud mental. Y te confieso que estoy harta ya de batallar en su contra. Pero eso es tema para otro día.
Te preguntarás: Si ya hizo paz con que no es su momento, ¿porqué dice que la idea de vivir de lo que le gusta representa un bloqueo en muchos de sus procesos?
Una vez hice espacio para la posibilidad de monetizar mis pasiones, mi vida se volvió una angustiante búsqueda de momentos y experiencias “monetizables”. Ante cualquier idea, proyecto o iniciativa, surgía una voz que me susurraba con cierto nivel de maldad: “a esto le puedes sacar dinero”. Y eso se volvió de cierto modo insoportable.
Me hacía ilusión la idea, pero no era capaz de forzarme a pasar por la incomodidad que conlleva (para mí) mostrarme en RRSS, dirigirme a una audiencia, rogarle a un algoritmo…
Si bien la tengo controlada, no he podido callar definitivamente a esa voz imprudente, que por lo general se activa cuando entro a Instagram. Detrás de muchas cosas que hago suele haber un “ay, pero esto me puede dejar dinero”. Y aunque a veces me ha servido como disparador para ideas nuevas y temas de reflexión, gran parte del tiempo la voz actúa como un bloqueo que me amarra las manos y encima se ríe de mí.
La obsesión con esa voz, aunque ocasional, ha sido tan intensa que he abandonado proyectos porque no encuentro la motivación de documentarlos “por si acaso”. Y he forzado actividades y experiencias porque “lo necesito para hacer contenido”.
Y yo ni siquiera soy creadora de contenido 🤦🏻♀️.
Aún cuando he sido capaz de iniciar y sostener proyectos tipo “passion projects” que no tienen ningún propósito económico, la idea de compartirlos se reduce a “oportunidad para hacer dinero” excluyendo los demás beneficios que tiene el acto de ser vulnerables frente a los demás. Esta creencia limitante me ha llevado a sentir que si no lo estoy haciendo para monetizar, no vale la pena ni trabajar en ellos ni compartirlos. Todos los días me doy pep talks al respecto.
Intento recordarme a mí misma que no todo lo que hago tiene que tener un propósito más allá de mí. Trato de aceptar a conciencia y creer genuinamente que está bien hacer y compartir cosas solo por el simple hecho de que me hacen sentir bien, sin la presión de convertirlo en algo más. Es un ejercicio de liberarme y disfrutar del proceso, sin expectativas ni exigencias externas o auto-impuestas.
Notes to self:
Puedo crear y compartir mi arte, mis proyectos y mis iniciativas sin que medie una intención económica, sin que todo tenga que ser perfecto o estratégicamente diseñado para monetizar. ¿Porqué o para qué quiero compartir esto? ¿Porque me alegra mostrar lo que he creado? ¿Porque busco algún tipo de retroalimentación o validación? ¿Para inspirar a otros? ¿Para llevar un registro de mi crecimiento?
Puedo crear y compartir mi arte, mis proyectos y mis iniciativas sin que medie una intención económica, desprendiéndome del resultado final y adoptando una mentalidad de curiosidad. ¿Qué se siente compartir esto tal como es? ¿Qué puedo aprender del acto de exponerme y ocupar espacios con confianza, independientemente de la respuesta que reciba?
Puedo crear y compartir mi arte, mis proyectos y mis iniciativas sin que medie una intención económica, recordando el impacto positivo de su verdadero valor: aprender, desarrollarme, conocerme, disfrutar del proceso, conectar con otras personas a través de la vulnerabilidad y la autenticidad.
Quizás algún día esté lista para replantearme mi relación con el trabajo y sea capaz de considerar todas mis posibilidades. Pero hoy solo quiero dejarme llevar, alimentar mi mente con todo lo que necesita para estar bien. Quiero darme la oportunidad de expresarme sin presiones, y al mismo tiempo disfrutar de todo lo que otros creadores generosamente ponen a mi disposición.
Gracias por haber llegado hasta aquí. Espero que tengas una gran semana. ¡Hasta la próxima!
Me siento tan identificada con esta columna y la frase que compartiste de esa otra persona! A mi ya me cansó esto de que todo se tenga que convertir si o si en algo que te deje dinero o termine siendo un emprendimiento. En mi caso particular me suele pasar que cuando un hobby se convierte en trabajo lo empiezo a detestar 😂